Legisladores capitalinos se suman al clamor internacional para levantar el bloqueo contra Cuba

El Congreso de la Ciudad de México manifestó su respaldo al pronunciamiento emitido por la Mesa Directiva del Senado de la República el pasado 29 de octubre, en el que se solicita el levantamiento del bloqueo comercial, económico y financiero contra la República de Cuba. La postura coincide con la resolución aprobada por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el 28 de octubre, que por trigésima tercera ocasión pidió a la comunidad internacional poner fin a estas medidas.

Durante la sesión, legisladoras y legisladores capitalinos destacaron que el apoyo institucional se suma a la demanda global para terminar con una política que —según la ONU— afecta directamente el bienestar de la población cubana y obstaculiza su desarrollo económico. La diputada Diana Barragán Sánchez, del Partido del Trabajo (PT), subió a tribuna para respaldar la proposición y enfatizó el carácter histórico y solidario del vínculo entre México y Cuba.

Barragán señaló que el bloqueo, vigente desde hace más de seis décadas, constituye la estrategia comercial más prolongada de la historia, cuyo impacto genera carencia artificial de alimentos, insumos energéticos y medicamentos. “Como sociedad global debemos seguir condenando que un pueblo sea castigado por decidir su propio destino”, expresó ante el Pleno, al recordar el compromiso de la capital con el principio de autodeterminación de los pueblos.

La legisladora mencionó que la Ciudad de México ha mantenido un lazo histórico con la isla, pues fue aquí donde se gestaron movimientos clave vinculados a la revolución cubana. Añadió que, en la actualidad, la capital puede convertirse en un actor estratégico para impulsar la cooperación en ámbitos como salud, educación, ciencia, intercambio académico y cultural, comercio justo y envío de insumos esenciales.

El dictamen presentado subraya que los avances hacia una eventual eliminación del bloqueo se estancaron tras la llegada del republicano Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos en 2017, quien endureció su postura hacia el gobierno cubano, revirtiendo medidas de flexibilización aplicadas años atrás.

El Congreso capitalino destacó que su posicionamiento busca reafirmar la política exterior mexicana, basada en los principios constitucionales de no intervención y autodeterminación, y al mismo tiempo respaldar una causa que, de acuerdo con la ONU, cuenta con apoyo mayoritario de la comunidad internacional.

La Mesa Directiva del Congreso de la Ciudad de México reiteró que el pronunciamiento del Senado y la resolución de la ONU constituyen llamados fundamentales para frenar una política que, según organismos internacionales, deteriora la calidad de vida de la población cubana y pretende generar descontento social como vía para propiciar un cambio de régimen.

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